La Antártida y la mirada de un artista
Alberto Morales fue el primer pintor en participar del “Programa Multidisciplinario de Difusión y Cultura Antártica”, en la campaña de Verano de 2005, organizado por la Dirección Nacional del Antártico (DNA). Mariano Memolli, titular del organismo oficial entre 2003 y 2016, destacó en el Salón Alfonsín de la Legislatura, que el objetivo fue “que el artista aporte sus sensibilidad para llevar al público aquello que no puede transmitir el científico”.
Memolli recordó que siete países son los que reclaman soberanía sobre la Antártida. Además de la Argentina, están Chile, Australia, Nueva Zelandia, Reino Unido, Francia y Noruega. Sin embargo en 1959, en plena guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, se firmó el Tratado Antártico, en el cual se pensó que “a través de la ciencia puede llevarse la paz” y se declaró el continente de “interés de la humanidad”
Julio Sapollnik, licenciado en Historia del Arte, destacó que Morales “tuvo una actitud muy inteligente, de ponerse en blanco y dejar que la Antártida lo interpelara”, aportando “su propia realidad y subjetividad” que se reflejó en las obras. Morales recordó que llegar a la Antártida le tomó un día y medio desde Ushuaía con “olas muy grandes de casi 30 metros, que dan la vuelta al mundo”.
Su primera impresión la describió así: “cuando llegué era todo gris, arriba y abajo, con una línea en el medio que era el horizonte”. Afirmó que “la Antártida es un continente no figurativo” y en su obra está “el pensamiento de un porteño” sobre el otro continente con soberanía argentina.
Destacó que entre el equipo de campaña, “se vive en comunidad, lo que hay se reparte entre todos” y que algunos científicos le dijeron que a través de su obra pudieron apreciar de otra manera la geografía. La muestra de Morales, puede verse en Espacio Expositivo de Los Atlantes de la Legislatura porteña, la cual fue declarada de interés por el diputado Santiago Roberto (BP).
