Derechos Humanos y Comunicación Social

La Legislatura de la Ciudad declaró de Interés al libro “El mar y la serpiente”

Además, se declaró de Interés a la cuenta de Instagram “Ilustro para no olvidar”.
 

<h3>Declaración de Interés Ilustro para no olvidar</h3>
<h3>Declaración de Interés al Libro El Mar y La Serpiente</h3>
<h3>Declaración de Interés al Libro El Mar y La Serpiente</h3>
<h3>Declaración de Interés al Libro El Mar y La Serpiente</h3>
<h3>Declaración de Interés al Libro El Mar y La Serpiente</h3>
<h3>Declaración de Interés Ilustro para no olvidar</h3>
<h3>Declaración de Interés Ilustro para no olvidar</h3>
<h3>Declaración de Interés Ilustro para no olvidar</h3>

Los diputados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declaró de Interés para la Promoción y la Defensa de los Derechos Humanos al libro “El mar y la serpiente”, de Paula Bombara. El acto se llevó a cabo en la biblioteca del Palacio Legislativo y contó con la presencia de la diputada e impulsora, Victoria Montenegro, además de la autora de la publicación.

En su alocución, Montenegro resaltó su experiencia personal al leer el libro por primera vez y contó cómo conoció a la autora. Luego destacó la presencia de la publicación en las escuelas y concluyó: “Poder reconocer 20 años de este libro, tiene una vigencia necesaria. Uno puede reconstruirse desde un lugar distinto y hacer un aporte a la sociedad y a la cultura”.

Finalmente, Bombara recordó la fecha de publicación de su libro, cuando llevó su primer borrador a la editorial y el proceso de su publicación. Y reflexionó: “La memoria y la literatura están muy cerca. Los libros crecen cuando tienen lectores que los abren y respiran sobre la letra impresa, es como si vivieran”.

Paula Bombara nació en Bahía Blanca en 1972. Además de escribir literatura infantil y juvenil, es Bioquímica egresada de la Universidad de Buenos Aires y doctoranda de Lingüística en la misma universidad. Entre sus libros más destacados se encuentran Una casa de secretos, La chica pájaro, Lo que guarda un caracol y La fuerza escondida. Dirige la colección de comunicación científica para niños ¿Querés saber?, publicada por la editorial EUDEBA. Forma parte del grupo de investigación “Discursos e infancias”, del Instituto de Lingüística de la misma Universidad, desde donde aborda la deconstrucción de estereotipos en la literatura y la búsqueda de identidad y de justicia en las infancias y juventudes.

Es hija de Andrea Luisa Fasani y Daniel José Bombara, militantes de la Juventud Peronista. Su padre fue secuestrado el 29 de diciembre de 1975 y murió como consecuencia de las torturas. En enero de 1976 hicieron desaparecer su cuerpo. Nunca se supo qué había sido de él hasta que, en 2011, sus restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Su madre y ella fueron secuestradas el 14 de julio de 1978 en la Ciudad de Buenos Aires. Paula fue entregada a sus abuelos, Andrea estuvo cautiva 45 días en el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Extermino conocido como “El Banco”, en la localidad bonaerense de La Matanza, y logró sobrevivir.

El mar y la serpiente fue publicada por primera vez en 2005 y desde entonces se han vendido 85.000 ejemplares solo en nuestro país. La novela cuenta, en primera persona, la historia de una niña que se pregunta por qué desapareció su padre y, poco a poco, asume su identidad como víctima del terrorismo de Estado e hija de un desaparecido y de una ex-desaparecida.

Luego, la Legislatura declaró de Interés para la Comunicación Social a la cuenta de Instagram @ilustroparanoolvidar, creada por la arquitecta y artista Natalia Kerbabian. El Salón Montevideo fue el escenario de la distinción, que contó con la presencia del diputado y autor del proyecto, Franco Vitali; y Kerbabian.

Ilustro Para No Olvidar nació con la intención de crear un archivo artístico de aquellas edificaciones que fueron y son no sólo parte del paisaje sino también de la historia de la Ciudad de Buenos Aires. Durante la pandemia, en sus recorridas cotidianas por distintos barrios, Natalia Kerbabian identificó que varias arquitecturas aportaban un valor especial al trazado urbano.

Topofilia es la palabra con la cual se describe ese vínculo entre los vecinos y el amor por el lugar en donde viven, por su entorno. Esto motivó a encarar “Ilustro para no olvidar”, un registro a mano alzada de casas, bares y otros sitios icónicos de la vida porteña.

La cuenta de Instagram de Ilustro alcanza actualmente más de 29.000 seguidores y contiene todos los dibujos que la arquitecta realizó desde los inicios del proyecto. Allí se pueden encontrar tanto las obras de Natalia como las fotos que muestran el antes y después de la desaparición de bares, casas, casonas y sitios emblemáticos. Además, es un canal de comunicación para las vecinas y vecinos de la Ciudad con quienes dialoga la arquitecta y de difusión de charlas, información y novedades respecto del paisaje urbano y el patrimonio histórico y cultural de CABA. La interacción con otros usuarios vuelve el trabajo algo colectivo a la vez que teje una red ciudadana que comparte el valor por la preservación del patrimonio.

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